Perdido entre el matorral
Hace muchos años empecé a desviarme del tronco de la cultura dominante. Andé por las ramas de diferentes subculturas; primero, desorientado pero entusiasmado; después, cómodo y con un norte; después, inseguro pero todavía con objetivos; después, desanimado y cada vez más cansado; después, prácticamente rendido.
Cuando uno se rinde tiene mucho tiempo para pensar. Con frecuencia quiero volver al pasado sabiendo lo que ya sé. Hoy siento ganas de fusionarme con el tronco de la cultura, con la rama maestra, pero ya han pasado tantos años que los cambios que hice en mi rama de desarrollo entran en conflicto con los de la rama principal y estos conflictos parecen irresolubles.
Temas relacionados: