Dibujo. Escena de la primera comunión de un niño
extraterrestre en tiempos de pandemia. Un sacerdote atolondrado,
sin más protección que su vestido mágico y respirando sobre las
hostias sin más ni más, le da la comunión al niño ignorante que
abre la boca inocentemente para recibir la oblea sagrada de la
mano contaminada del párroco insensato.
«Que sea lo que Dios quiera...»